Besotes, copa a copa, de racimos verdes

Imagen de internet
Sin acabar el verano, nos hemos metido en octubre de granadas y racimos, pisando un otoño que no es, si no fuera porque pinta a otoño vendimiado y a Beturia andariega de caminos, pergaminos y paletas de colores, libros abiertos y libros de canto, susurrados a la espera, piedras sosteniendo templos y castillos milenarios y así, en este reencuentro inaugural tras la holganza veraniega, (espero que atendierais la última recomendación que se os dio este verano desde este blog y que la holganza fuera a la sombra de una higuera),  se nos ha ocurrido, aprovechando la coyuntura, estrenar la temporada con un brindis en Colmenar de Oreja, dueña y señora de las piedras blancas del Palacio Real de Madrid, el palacio de Aranjuez, el Observatorio Astronómico Carlos III  y hasta de nuestra diosa Cibeles.
Plaza de Alfonso XIII
Imagen: A. Pons Coch


En toda plaza que se precie hay, como poco, un bar, como no podía ser menos en esta tierra nuestra de vinos y pecados, donde la gente bebe más que reza, aunque le haga más falta,  con lo que es difícil perderse y donde  fijamos el punto de encuentro para iniciar la jornada, justo en la plaza de Alfonso XIII, cuya estatua majestuosa de pie y capado, es decir, con capa, puntualizo la cosa, porque nadie vaya a ver en lo que es una estrategia nemotécnica beturia, una falta de respeto, preside la plaza con la historia de la villa en su bronce, pegado a la piedra blanca que le es propia. 
Monasterio de la Encarnación
Imagen A. Pons Coch

Dn. José Olivas Durán
Imagen: A. Pons Coch
Toda nuestra andadura fue guiada con talante abierto y entregado por Dn. José Olivas Durán, recién incorporado a nuestra comunidad beturiense. Después de acabar de despertar con un café, llegamos al Monasterio de la Encarnación, que resguarda la clausura de sus monjas Agustinas Recoletas, cuyas puertas claveteadas nos cerraban el paso. Así que haciendo un quiebro a Dn. José Zorrilla, cualquier beturio diría:
Por donde quiera que fui,/la razón consideré/la virtud engrandecí/
 la justicia respeté/y a la mujer distinguí. / Yo a las cabañas bajé /
yo a los palacios subí, / yo los claustros escalé,/y en todas partes dejé
memoria afable de mí. Sin rubor alguno.
La llave conquistada en manos de Pepe,
con la sonrisa de Ángel, Inmaculada y Marián
Imagen de A. Pons Coch

Ana, ante puertas impenetrables
Imagen A. Pons Coch

Y ante esto, evidentemente no se resiste ni la clausura. Y una invisible religiosa, cuarenta años invisible, pero ¡ah! nacida en Navalmoral de la Mata,  que eso ya cambia la cosa, los extremeños haciendo patria, como siempre, puso la llave a nuestros pies y cruzamos la puerta claveteada, sólo faltaba un clavo, contados por Agustín, siempre atento a los detalles, de la fachada neoclásica de los 6.750 metros cuadrados de edificio iniciado en 1536 y concluido en 1688, a semejanza del convento de la Encarnación de Madrid. Si entrar en una iglesia siempre enriquece alguna parcela de nuestro ser, entrar por méritos adquiridos, más o menos, ya nos deja, aún, más ínfulas que al inicio y así  llegamos al Museo Municipal de Ulpiano Checa nacido en Colmenar en 1860 y donde nos recreamos en una extraordinaria muestra de su obra en un entorno inteligentemente estructurado y muy cuidado.
 
El alcalde de Colmenar de Oreja,
 Dn. Francisco José García Paredes y su esposa, Elena
Imagen A. Pons Coch
Necesitábamos un refuerzo antes de continuar y Dn, Francisco José García Paredes, alcalde de Colmenar y Elena, su encantadora esposa, nos recibieron afablemente, en las Bodegas Pedro García en una visita entrañable, donde disertamos acerca de la elaboración de los caldos de la tierra y cuya inteligente exposición nos cautivó e ilustró a todos, para pasar luego a degustarlos, que a eso iba, a la degustación. Hasta Jacinto, que es abstemio, sucumbió y trasegó un chupito, que si no lo veo no lo creo, del más delicioso Galancillo (licor de limón), doy fe, porque yo lo vi y además también pequé, y cuyas mejillas prendieron en el rubor rosado de los ángeles barrocos y creando tal efecto de luz que sus ojos eran como candelas. Los demás, aunque más avezados, no le iban a la zaga, creándose una atmósfera llena de corrientes de simpatía, no exenta de jolgorio, fluida comunicación y ambiente de confianza. Brindamos en el entorno de la cubas, todos tan felices que hasta a Pepe Iglesias se le escapó el verbo así:  
Con el brindis, Marián, Vicente, Esteban
Pepe, Jacinto, Alejandro
Imagen A. Pons Coch

Se vistió de farolillos / el pueblo para la fiesta.
Es un silencio la siesta / festoneado de grillos.
Agosto escupe cuchillos / de infierno en el Pozo Llano, 
se nos derrite el verano /sin encontrar su camino
recurre mi pueblo al vino /y gana al sol por la mano.
Que si el sol tiene cuchillos,/el vino tiene alegría.
y el color se lo porfía,/en dorados y amarillos.
Resuelve su sangre en brillos,/en viva luz derretida:
almacenó tanta vida /con la sal de los sudores
que florece en resplandores/y gana al sol la partida. 

EL grupo de andariegos beturios, poco antes de la copichuela
Imagen de Agustín Espinosa

Evidentemente, ninguno de nosotros, ya con conocimiento, pudo resistirse a la tentación de llevarse a casa los caldos tan primorosamente elaborados, ni al Galancillo o Limoncello y unos en cajas y otros en bolsas de plástico, con los semblantes sonrientes y plácidos, pletóricos de arte, de ciencia y de ánimo,  nos encaminamos a la Iglesia de Santa María la Mayor. Construida por la Orden de Santiago, en el segundo tercio del siglo XIII. Es una iglesia-fortaleza típica de la orden de caballería, que fue ampliada durante la segunda mitad del siglo XVI, con un estilo mezcla de gótico y renacimiento que recuerda el monasterio de El Escorial, con una esbelta torre de más de sesenta metros y unos frescos impresionantes que cubren ambos laterales del presbiterio, obra del pintor Ulpiano Checa.
Retablo de Sta. María la Mayor
Imagen: Agustín Espinosa

Cruzamos en bloque la nave silenciosa y solitaria con el  respeto que es debido, silencio sólo roto por la compañía de una música irreverente, un clic, clic de cristal pagano dentro del plástico, llevando brindis de Baco entre los bancos de madera, como desdiciendo la actitud, mientras el guía desgranaba sabiduría entre las paredes estremecidas de una iglesia centenaria con los cimientos a punto de rendirse ante 18 locos sonrosados, contentos y sonrientes, musiqueando con sus bolsas , cuya espiritualidad, lejos de quedar en entredicho, alcanzaba en aquel momento un inconsciente misticismo.
Dios os perdone a todos  y sepa convertir vuestro pecado en un momento glorioso y que yo lo vea. Amén.

Cartel pegado a la puerta de la rectoría
y en el interior del templo.
Imagen Agustín Espinosa
 Después de comer, recorrimos nuestro vía crucis personal con la panza llena, hasta llegar a la hermosa plaza porticada de la villa de 1677, cuya obra tardó 118 años, con el fin de salvar el precipicio allí existente y construir en su mitad una galería capaz de canalizar las aguas. Plaza que ha sido marco de películas y series televisivas en cuyo interior se levanta la plaza de toros en época de festejos taurinos y que tantos adeptos tiene en Colmenar, hasta el punto que incluso el párroco promueve actividades con este nombre en un pasquín pegado sobre una de milenarias y trémulas columnas de Santa María. Dios nos pille confesados
De ahí, un hermoso paseo, si no hubiera sido porque el cuerpo pedía una siesta, larga, de pijama y orinal,  hasta la ermita del Cristo del Humilladero, donde, cuando nadie miraba, metí en la ranura de las ofrendas un euro, pensando encender una velita, que quedara como muda y luminosa plegaria colectiva , porque no está demostrado que sea posible cometer tantos pecados en una sola jornada e irse de rositas, a no ser que seas beturio. Para mi alarma, se encendieron 18 velitas.

En la plaza porticada, imagen de Agustín Espinosa
 Pensé que seguramente necesitábamos toda esta luz o que la siesta que no habíamos hecho, purgaba con creces nuestras culpas y redimido nuestras faltas,  mientras el Cristo, la Virgen, santa Casilda y santa Cecilia, allí presentes, nos dedicaban su petrificada, no era para menos, sonrisa. A.Pons Coch




Muy atentos, sin siesta, a la explicación del guía
imagen de Agustín Espinosa



AGENDA BETURIA
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 Ha fallecido tras una larga enfermedad, Dn. Emilio Rodríguez Abacens, beturio amigo y antiguo presidente del Hogar Extremeño de Madrid. Nuestro más sentido pésame a Pilar y a sus hijos, desde esta familia beturia.

Dn. Theo Acedo presentó, con gran afluencia de público, amigos y admiradores, su libro "Árboles de Villarta de los Montes", con prólogo de Dn. Jacinto Gil. Presentó el acto Dª A. Pons Coch, en una velada amenizada por el maestro Dn. Alberto Lebrato al piano.

Dª. Inmaculada Valiño realizó una entrañable presentación de Dn. Óscar de los Reyes, autor de "La victoria de los mansos" perteneciente a la Asociación Cultural de Siruela, muchos de cuyos componentes se desplazaron a Madrid para el evento.Presidió el acto Dª Maruja Sánchez,Presidenta del Hogar Extremeño de Madrid y el maestro Dn. Alberto Lebrato interpretó al piano algunas piezas preferidas del autor.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

A este Beturio le gustaría saber si la poesía de José Iglesias fue previa o posterior a la degustación de los vinos, de los besos o de los racimos, así me gustaría saber, si puede ser, si la reportera, por el jornal que cobra, le merece la pena escribir la crónica o tomarse las copas con los beturios, por ejemplo con el que sos escribe. Debería de darse de baja a tanto beturio culto que no escribe ni para el carajo. Enhorabuena y ánimo a la bloguera, un beso, Rafa ( el Gª-Plata ).

Beturia dijo...

Vamos a ver, querido beturio, evidentemente, como lo escrito deja sin puntualizar algunos matices de la cosa aclaro: Primero fue la degustación, pues sin ella ni los beturios pueden escribir en derecho sobre líneas torcidas, luego fue la poesía de José Iglesias que el pueblo soberano, ya muy predispuesto, aplaudió y premió con besotes a racimos, se puso especial esmero en que todo fuera dentro de un orden y pidiendo vez.
Y esta reportera piensa que, los mejores haberes que cabe tener en nómina son los amigos con los que tomarse una copa, sin pasarse, así que sé bienvenido.
Y por último, como mi sitio es la platea, te dejo a tí que te las entiendas con los cultos esos del carajo.
Muchas gracias, Rafa. Para tí tb. un racimo de besotes beturios. A.